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sábado, 25 de enero de 2014

Entre la tercera y la cuarta puerta


NINGUNA PUERTA

Ninguna puerta.....
Se sintió bloqueado..... No podía ir hacia delante..... Ninguna puerta..... No podía ir hacia atrás.....
Sintió cansancio.....
La mujer pasó por su lado sin decirle nada..... Fue hacia el lugar donde había estado la puerta del restaurante, hizo un movimiento con la mano izquierda (como si abriera una puerta) y desapareció.
Pensó en las palabras que la bruja le había dicho al perro: “El tiempo que pases dentro del laberinto depende de uno mismo”. Recordó la pregunta de la mujer: “¿Y has conseguido salir de las dos puertas?”
Miró hacia el lugar donde había desaparecido la mujer. Involuntariamente repitió: “Depende de uno mismo”..... Entonces gritó: “¡¡Quiero salir de aquí!!”..... y en ese momento se dio cuenta que estaba en una habitación con dos puertas..... Las miró y las reconoció: eran las puertas que habían desaparecido, la del restaurante y la del laberinto.....
.....Sólo dos puertas.....
Estaba claro, la única manera de salir de aquella habitación era tomar una decisión..... Sintió el bloqueo..... Sintió el cansancio.....
Se durmió..... Soñó que se pillaba los dedos con una puerta.....
.....Bloqueo..... Cansancio..... Bloqueo..... 

DOS PUERTAS
.....Seguía bloqueado..... Entre dos puertas.....
Golpeó con todas sus fuerzas la pared que lo rodeaba..... se dio cuenta que no era una pared sino un muro..... se dio cuenta que no eran ladrillos sino sentimientos.....
Intentó razonar, en otras ocasiones los razonamientos lógicos habían sido una buena defensa  (o un buen ataque) contra los efectos arrasadores de los sentimientos.
Intentó razonar..... pero no encontró la lógica por ningún sitio.
Estaba tan agotado que se volvió a dormir.
Soñó con el perro..... Soñó que el perro lanzaba la moneda..... la vio flotar en el aire..... mientras subía daba vueltas sobre ella misma..... Iba subiendo, subía..... subió durante unos minutos y desapareció entre las estrellas.....
Cuando despertó todavía recordaba el sueño..... ¿Qué quería decir?..... Entonces recordó las palabras de la bruja: “Las cosas pueden tener un significado o carecer de él”.....
Intentó olvidarse del sueño, miró las dos puertas y llegó a la misma conclusión que antes: la única manera de salir de aquella habitación era tomar una decisión.....
Miró las dos puertas, la del restaurante y la del laberinto..... Dijo: “No quiero escoger una puerta, ¡quiero cruzar las dos!”

Caminó hacia las puertas, despacio, y al mirarlas de cerca se dio cuenta que no eran dos puertas..... sino una puerta con dos alas: las empujó con fuerza y apareció la sala de las puertas..... Había una mujer haciendo la limpieza.....

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