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jueves, 9 de diciembre de 2010

Intermedio

¡Hola a todos!

¿Cómo ha ido el súper puente?

Os quería comentar que, por motivos varios, estaré un tiempo sin colgar nada en el blog... Volveré en enero de 2011 y espero que tanto los seguidores de "El laberinto" como los de "5 Espinas" seáis consciente de que esto es sólo un intermedio de temporada.

Recordad que en el "Archivo del blog" (en la columna de la derecha) podéis encontrar todas las entradas que he colgado (las del mes actual aparecen en la columna directamente, pero para ver las otras tenéis que clicar sobre el nombre del mes). Podéis aprovechar para poneros al día...

Pues eso, si no nos vemos antes, os deseo a todos una buena salida y entrada de año.

¡¡Nos vemos!!

Mar

lunes, 6 de diciembre de 2010

El laberinto (6)

Mujer: ¿y has conseguido salir de las dos?..... ¡Qué bien! ¡Felicidades!
Hombre: ¿Qué quieres decir con eso?..... ¿Qué a veces no se puede salir?
Mujer: Hombre, eso va como va..... ¡Depende de tantas cosas!
Hombre: ¿De qué cosas?
Mujer: Pues, no sé..... del deseo de salir, de la fuerza de voluntad, de las ganas de aprender, de lo que buscas, de lo que encuentras..... no sé, depende de uno mismo.....
Hombre: ¿Tú has cruzado muchas puertas?
Mujer: Ahora iba a cruzar la última.
Hombre: ¡Ah! ¡Vaya!..... ¿Te puedo hacer una pregunta?
Mujer: ¡Claro!..... Tienes todo el derecho a preguntar y yo, si no quiero contestar, tengo todo el derecho a no contestar..... eso dependerá de la pregunta que me hagas.
Hombre: ¿Cómo llegaste al laberinto?
Mujer: Me contrataron como mujer de la limpieza.
Hombre: ¿Como mujer de la limpieza?
Mujer: Sí, me contrataron un par de horas al día para limpiar esta sala..... Un día sentí curiosidad y entré por la puerta número 1..... Me gustó y decidí que cada día, después de limpiar la sala, entraría por una.
Hombre: ¿Has cruzado las puertas por orden?
Mujer: Sí.
Hombre: ¿Por qué?
Mujer: Porque tomé esa decisión.
Hombre: Ya, pero ¿por qué?
Mujer: Tenía mis motivos.....
Hombre: Perdona, no te quería incomodar.....
Mujer: Tranquilo, no pasa nada, ya te había dicho que si no quería no te contestaría..... Quizás te contestaré algún día, o quizás no..... En realidad te debería dar las gracias porque, de vez en cuando, me gusta comprobar que puedo decir NO sin que eso suponga un mal rollo con la otra persona.
Hombre: Sí..... a veces es muy complicado eso de las preguntas y las respuestas.....
Mujer: Sí, algunos temas son difíciles de tocar..... No sé, en realidad pienso que hay preguntas que no se tendrían que hacer..... es una cuestión de confianza y respeto hacia la otra persona.
Hombre: ¿Confianza y respeto?
Mujer: Sí, es importante respetar la intimidad de la otra persona, quiero decir, debemos respetar todo aquello que la otra persona piensa que es su intimidad.
Hombre: ¿Y la confianza?
Mujer: A ver..... a lo largo de una relación, muy a menudo nos preguntamos si confiamos en la otra persona, pero pocas veces nos preguntamos si la otra persona confía en nosotros..... Creo que cuando una persona nos quiere explicar algo siempre encuentra el momento y la manera de hacerlo (si hay respeto y confianza)..... pero si no te lo quiere explicar y le preguntas puede, o bien, decirte que no quiere responder – lo cual quiere decir que siente que tú le tienes confianza y respeto, porque sabe que ese NO no afectará negativamente a vuestra relación – o bien, te dirá una mentira, lo cual demuestra que no hay confianza ni respeto, porque una mentira no es otra cosa que una reacción de miedo..... normalmente miedo a la reacción del otro.
Hombre: Las reacciones..... ¡Son tan imprevisibles!
Mujer: Sí que son imprevisibles..... Pero a veces la imprevisión nos puede sorprender de una manera muy agradable, lo que pasa que en esta clase de sorpresa no pensamos muy a menudo..... Ahora, me tendrás que perdonar, pero tengo que marchar, porque hoy quería cruzar la última puerta.
Hombre: Bueno, pues que te vaya bien.
Mujer: ¿Quieres venir conmigo? Cruzaré la puerta 9.
El hombre miró la puerta y aceptó.
Al cruzar la puerta la mujer dijo: “Vaya, que playa más bonita”. El hombre la miró confundido:
Hombre: ¿Playa?..... Pero si es una ciudad, llena de gente y coches.
Mujer: ¿Una ciudad? ¿Es bonita?
Hombre: .....Todavía no lo sé..... pero ¿cómo puede ser?
Mujer: ¿El perro no te explicó lo que le dijo la bruja sobre lo que hay detrás de las puertas?
Hombre: Sí..... “Lo que hay detrás de la puerta es diferente para cada persona”..... Pero pensaba que si íbamos juntos.....
Mujer: El hecho de ir juntos no implica que podamos ver, o disfrutar, las mismas cosas. Podemos ir juntos, pero cada uno es cada uno..... ¡Por suerte!..... La realidad puede ser muy diferente para ti o para mí..... pero, aunque fuese la misma, quiero decir, que fuesen muy parecidas, es posible que tú disfrutases de unas cosas y yo de otras.
Hombre: ¿Por ejemplo?
Mujer: A ver..... si, por ejemplo, los dos estuviésemos en la playa, quizás tú disfrutarías tomando el sol y yo disfrutaría bañándome. Los dos disfrutaríamos del hecho de estar en la playa, pero por motivos diferentes..... Claro que, además de disfrutar de cosas diferentes, lo cierto es que también podríamos disfrutar de la compañía de la otra persona y, eso por si solo, ya puede llegar a ser muy agradable.
Hombre: Gracias por la explicación..... Oye una cosa..... ¿Cómo sabes que conozco al perro?
Mujer: Porque me lo he encontrado en la puerta número 8.
Hombre: ¿Y te ha hablado de mí?
Mujer: Me ha hablado de muchas cosas y de mucha gente.
Hombre: Y como sabes que yo.....
Mujer: No te comas tanto el coco, hombre. ¡Qué importa lo que me ha dicho!..... Ahora me voy a bañar, si quieres nos encontramos después en el restaurante que hay al final de la playa..... bueno, de la calle.
La mujer se quitó los zapatos y cruzó la calle, después se sumergió en unos edificios y empezó a nadar.....
El hombre la miró durante unos segundos..... Sonrió al verle el cabello mojado..... Pensó que era una mujer muy guapa y volvió a sonreír.
Paseaba por la ciudad sin prestar demasiada atención a nada. “¿Era verdad que la mujer veía una playa?..... ¿Estaba nadando realmente?..... Pero el cabello sí que lo tenía mojado..... ¡Era todo tan extraño!

domingo, 5 de diciembre de 2010

Tema de la semana (C)

A veces pasan cosas que dinamizan o, por lo menos, interfieren en la vida cotidiana de los habitantes de un pueblo.
El relato que sigue, es uno de los muchos episodios que se produjeron en un pequeño pueblo del Maresme (costa de Barcelona)..... Un pueblo tranquilo con una administración de lotería que tuvo la suerte de vender el número premiado en la Lotería del Niño.
Algunos vecinos habían comprado lotería, otros no. De los que compraron, a unos les tocó, a otros no..... Pero, independientemente de lo que hubiese hecho cada uno, lo cierto es que absolutamente todos recibieron llamadas y/o mensajes tipo: “¿Eres rico?”
Algunos de los que no se habían hecho ricos intentaron (intentamos) seguir con su vida cotidiana, ignorando las llamadas de todos aquellos que ahora intentaban vender cualquier cosa por teléfono: calefacción, aire acondicionado, enciclopedias, chalets, viajes, tratamiento del agua del grifo para que fuera más potable, medicamentos milagrosos..... Es decir, las llamadas de aquellos que intentaban cubrir las necesidades básicas que, antes de ser ricos, no nos eran necesarias.
.....Y a una vecina de aquel pueblo, una de aquellas que había decidido seguir con su vida cotidiana, le pasó lo siguiente:
Paseaba por la orilla del mar.....
Caminó hacia delante..... después, siguió sus huellas y volvió al principio: “He deshecho lo que había hecho – pensó – así que ahora todo debe ser igual que antes”.
Rió de la tontería que acaba de pensar. Le gustaba pensar tonterías, porque le gustaba reírse.
Siguió caminando y se cruzó con un señor que llevaba una camisa de cuadros, no era la primera vez que lo veía, así que lo saludó..... No era la primera vez que lo saludaba, el hombre también la saludó..... Después, el hombre, subió a una roca y gritó: “¡Soy un ángel!”
Se imaginó al hombre con sexo dudoso (porque de todos es sabido que la duda es el valor más importante del sexo de los ángeles) volando con su gorra y sus alas de cuadros..... Rió, fuerte, muy fuerte. Pensó: “Debo estar soñando..... Eso es demasiado tonto..... incluso podría llegar a ser una pesadilla”.
Escuchó el silbato del tren y volvió a la realidad. ¡Uf!
.....Miró hacia la roca y vio al hombre: De pie, con unas alas grandes y perfumadas, con una brillantez exagerada, con una sonrisa seca pero angelical.....
Pensó: “Me he muerto y he ido a parar al cielo o al infierno de los tontos”.
El hombre grito desde la roca: “Soy tu ángel de la guarda”.
Ella: No puedes ser mi ángel de la guarda, yo ya tengo uno.
Ángel: Querrás decir que tenías otro ángel..... Ara soy yo, me ha tocado la lotería y le he comprado el puesto.
Ella: Eso no puede ser.
Ángel: ¿Por qué no puede ser?
Ella: Porque no me lo creo – y gritando añadió –  ¡No creo en ti!
El ángel desapareció.....
Moraleja: No hagas una pesadilla de tu vida
               porque no hayas comprado lotería.