Etiquetas

domingo, 25 de diciembre de 2011

En el 2012...

25 de diciembre de 2011. Se acaba el año y, por tanto, toca empezar a pensar en todas aquellas cosas que nos proponemos hacer en enero de 2012:
ü      Dejar de fumar: Es posible que fuera una propuesta para las vacaciones de verano, pero con el buen tiempo se apetecía mucho salir de los locales cerrados y – dependiendo de la compañía – incluso aconsejable. En enero, sin embargo, la ley antitabaco (bueno, antifumadores públicos) utiliza la pulmonía para acabar con la dependencia.
ü      Hacer ejercicio: Si, como en el caso anterior, nos lo habíamos propuesto para el verano, está claro que el calor hizo que lo aplazáramos para el invierno.
ü      Perder esos quilillos que nos sobran: Después de la cena de fin de año, la comida de año nuevo, los polvorones y los turrones que han ido sobrando de las diferentes celebraciones y que, todo se tiene que decir, sería un desperdicio tirarlos (“¡Con el hambre que hay en el mundo!”), el roscón de reyes, las tapitas con familiares y amigos..... ¡¡Suerte que la crisis nos echará una manita!! (Alguien de mi familia, no recuerdo si hermano o hermana, decía que “Más vale gordo con gusto que delgado a disgusto”..... por si a alguien le sirve de consuelo).
ü      Hacer limpieza en los armarios: ¿Y si los recortes nos impiden renovar el vestuario?
ü      Trabajar menos: Sin comentario.
ü      Dedicarnos más tiempo: Ésta tampoco la voy a comentar.
ü      Etcétera: Ésta os la comentáis vosotros mismos.
Yo, personalmente, para el 2012 me propongo: Seguir buscando tiempo para estar con las personas que quiero, para hacer las cosas que me gustan, para disfrutarlas mientras las estoy haciendo y para sentirlas como algo mágico y enriquecedor..... a veces yo sola y, otras veces, en compañía.
¡Os deseo que el 2012 sea uno de los mejores años de vuestras vidas!

lunes, 19 de diciembre de 2011

Cantautora

María Aguilera, 43 años, soltera, sin hijos, de profesión monitora de comedor escolar, de vocación cantautora frustrada.
María mira hacia el cielo y sonríe. Después de 37 días ha conseguido tender la ropa sin que empiece a llover en el mismo momento de colocar la última pinza.
La mujer coge una libreta y un bolígrafo – le gusta escribir las letras de las canciones a mano, el ordenador le parece demasiado frío para cantar sentimientos – se sienta junto a la ventana y escribe:
“María mira el cielo y sonríe,
lo ha conseguido,
todo va bien.
María sabe que será un buen día,
lo ha conseguido,
todo va bien.
María ve una nube
y la mira en silencio...
La nube no para,
no dice nada,
sigue camino sin ver la colada.
María sonríe,
todo va bien,
no hay aguacero que la obligue
a correr al tendedero.”
María coge la guitarra y compone la música. Lee la letra dos veces, se come un bocadillo de salchichón, vuelve a leer la canción y se va a trabajar.
Antes de entrar en el centro donde trabaja mira el menú: “Judías verdes con patatas, merluza con ensalada y manzana”..... Será un día duro, a muchos niños no les gusta la verdura ni el pescado... ni la fruta. Estarán mucho tiempo dentro del comedor y no tendrá tiempo a enseñarles su nueva canción antes de que se reanuden las clases.
A las 14.40h todavía quedan 12 niños en el comedor, María saca la guitarra y empieza a cantar la nueva canción. Un niño baila, una niña llora y otra vomita.
La otra monitora al ver a los 12 niños comiendo en una mesa (los habían puesto a todos juntos para controlarlos mejor), piensa en la Última Cena y se pregunta si el verdadero motivo de la crucifixión de Jesús no sería que éste se puso a cantar durante la cena.....
Incapaz de aguantar la manera de cantar de María, la otra monitora se levanta y – creyendo fielmente en el arrepentimiento de los niños – les perdona a todos la comida que les queda en el plato.
“María no para,
sigue cantando,
mientras los niños
se van levantando.
En el exterior empieza a llover
y María se  pregunta ¿por qué?

lunes, 5 de diciembre de 2011

Disco duro

Hoy es uno de esos días en los que todo lo que te pasa es absurdo, casi surrealista. Uno de esos días en los que tienes la sensación de estar dentro de una especie de niebla que te impide tocar la realidad.
Me he sonreído a mí misma en varias ocasiones... pero no porque la situación fuera graciosa o divertida – en realidad era bastante dramática, tipo Oliver Twist – sino porque sonreír es mi manera de plantarle cara a la adversidad (es un poco como aquello de que “El andaluz cuando canta: o está contento o el mal espanta”).
En un momento dado, me he acordado que tenía algo real que hacer, así que he salido de la niebla y, como suele pasar en estos casos, he caído de bruces en la realidad..... ¿o es que no había salido de la niebla?
Bueno, es igual. El caso es que me han dicho que para el trabajo que quiero hacer es importante que tenga un disco duro externo para trasladar archivos de un lado a otro sin problemas de almacenamiento.
Y ahí estaba yo, buscando una tienda de informática para preguntar precios y esas cosas.
Pues bien, he entrado en cinco (5!!) tiendas diferentes y en todas me han dicho exactamente lo mismo: “No, en este momento no tenemos ninguno, porque con todo lo que ha pasado en Japón los precios se han duplicado o triplicado, pero de aquí a cuatro o cinco meses volverán a bajar.” En tres de los establecimientos han añadido la coletilla: “Pero si igualmente lo quieres, te lo pedimos”. En los otros dos la coletilla era: “Si quieres miramos el precio, lo pagas y después te lo traemos”.
¡Qué gracioso! Ellos no se fían de que yo lo pida y después no vaya a buscarlo, pero yo me tengo que fiar de que ellos me lo traerán..... pero si no hay producción a lo mejor no hay producto ¿no?, y la verdad es que, bien mirado, ellos no perderían nada, simplemente se quedarían con un disco duro en stock que dentro de unos meses tendrían que vender a mitad de precio, es decir, al precio que lo tenían que vender cuando lo compraron.
Lo cierto es que a la conclusión del párrafo anterior llegué después de comer, en ese cuarto de hora en el que no sabes si echarte una siesta, quedarte sentado en la mesa o ponerte a trabajar. Hasta ese momento pensaba que las fábricas de discos duros japonesas – que lo habían perdido todo en marzo del 2011 – tenían derecho a subir el precio de los productos para renacer entre los escombros de la catástrofe..... ¡Ey! Para el carro, Mar, que no es eso. Con el terremoto y el tsunami, a parte del edificio de la fábrica y los robots de la cadena de producción, también se perdieron los productos que tenían en stock..... Vaya, que los que intentan enriquecerse y tomarnos el pelo con la subida de los precios no son las víctimas que necesitan resurgir sino los “piiiii” que tenían un buen número de artículos en stock y que ahora se aprovechan de la “no-producción” que conlleva una catástrofe de tal magnitud.
En fin, espero que en los próximos meses sean (o seamos) muy pocos los que tengan necesidad de comprar urgentemente un disco duro, porque así no tendrán más remedio que venderlos al precio que lo tenían que vender.
¡Va, negociantes sin escrúpulos, que todos estamos en crisis!

sábado, 19 de noviembre de 2011

Futuro presente

Abre la puerta intentando no hacer ruido. Camina de puntillas hasta la habitación y se mete en la cama.
Cada noche, cuando llegaba a casa, hacía el mismo ritual..... Aunque vivía completamente sólo.
Cada noche, ya en la cama, tanteaba sobre la mesita buscando las gafas..... Era igual que las gafas no estuvieran bien graduadas o que fueran de sol, porque la oscuridad de la  habitación era absoluta.
Cada noche cogía el libro que había dejado debajo de la almohada y lo abría por la página marcada..... No tenía ninguna importancia si el punto del libro había caído o si estaba boca abajo..... o en blanco, porque no tenía intención  de leerlo.
Cada noche el mismo ritual de futuro..... porque sabía que un día se casaría, sabía que entonces tendría que abrir la puerta sin hacer ruido y entrar de puntillas hasta la habitación..... porque no podría controlar su necesidad de pasear por las noches.
Cada noche el mismo ritual de las gafas y el libro..... porque sabía que cuando intentara leer después del paseo, su esposa se sentaría en la cama y empezaría a hacerle preguntas: “¿De dónde vienes? ¿Con quién has estado? ¿Qué has hecho? ¿Has bebido?.....”
Ante la falta de respuestas, la mujer se enfadaría, discutirían y se pondrían a dormir sin leer..... y sin otras cosas.....
.....Felipe no se casó nunca, pero su miedo a no estar preparado lo llevó a no disfrutar ni una sola noche de su vida.
Armando – hermano pequeño de Felipe, educado por los mismos padres y con las mismas manías sobre el ritual de futuro – se casó con una mujer que no le hacía preguntas sobre sus paseos: ¡Caminó y leyó mucho en sus noches!..... ¡Y otras cosas!.....
Alicia – hermana mayor de Felipe, educada por los mismos padres pero con el ritual de futuro invertido – se casó con un hombre al que no le gustaba pasear. El matrimonio duró dos meses, porque el marido no podía aguantar las continuas reprimendas nocturnas..... por una cosa que no había hecho.
Don Elías y doña Carmen – padres de Felipe, que educaron a sus hijos según su propia experiencia – discutieron y durmieron enfadados todas las noches de su largo matrimonio..... De hecho, los tres hijos eran adoptados (¡Ellos se lo perdieron!).

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Los próximos días serán originales

Era un señor bien original. Los cabellos verdes le caían por la espalda formando una especie de aleta que contrastaba, en color y apariencia, con las escamas rosas que cubrían la mayor parte de su cuerpo.
Aquel hombre era el origen. Con su manera de hacer las cosas, consiguió que la gente de su alrededor dejara de darle importancia a las cosas materiales y empezara a disfrutar de los momentos de felicidad. Con su llegada se originaba – en el pequeño pueblo en el que se instaló – lo que hoy conocen con el nombre de La Era de la Sonrisa Sincera”.
Por otro lado, en el cajón de la mesita de noche de aquel señor, se encuentra el original de la obra “Los sirenos también existen”, que contiene los dibujos hechos a mano por el mismo autor.
Os deseo que los próximos días sean originales (diferentes de los otros), activadores del origen de la mejor época de vuestras vidas y que vuestros proyectos originales (los que todavía no han salido de vuestro interior) nazcan con vuestras propias palabras, acciones, objetivos y finalidades.
B. Posa’tBé

miércoles, 9 de noviembre de 2011

12 días

El tren pasa por la estación sin parar. Las personas que lo estaban esperando se miran desconcertadas. Una voz masculina sale de los altavoces: “Durante los próximos 12 días estará prohibido entrar o salir del pueblo”.
La gente mira a su alrededor, cabreada, desorientada... miran la hora... preguntan al de al lado que qué han dicho...
La chica que llevaba diez minutos en el banco – intentando memorizar autores y obras del Renacimiento – cierra el libro, se levanta y grita: “¡Bien! ¡Doce días de vacaciones!”
Un tren pasa en dirección contraria... y tampoco para. La voz repite: “Durante los próximos 12 días estará prohibido entrar o salir del pueblo”.
Pasado los doce días, los trenes vuelven a circular con normalidad. Aunque han corrido toda clase de rumores, nadie sabe con seguridad la causa de la prohibición pero, ahora que todo sigue como antes, ¿qué importancia tiene?
Helena

martes, 8 de noviembre de 2011

Indiana Jones y la Primera Cruzada

El chavalillo se mueve por el escenario sin decir nada. El público – pensando que el silencio formaba parte del monólogo – ríe y aplaude.
Sentada en la primera fila, su madre adoptiva parece ser la única consciente de que algo no va bien..... El silencio es demasiado largo y los movimientos de Toñito no son nada naturales.
Dispuesta a ayudarle, la madre saca una flauta del bolso y empieza a tocar la música de Indiana Jones. El muchacho la mira, palidece y se desploma..... Los espectadores, ahora en silencio, miran a la señora que no deja de tocar la flauta.
El presentador del programa pregunta si hay un médico entre el público. Una muchacha sube al escenario y dice: “Mi abuelo era médico”, se pone de rodillas junto al chaval, le toca la frente, mira al presentador y dice: “No sé que le pasa”, baja del escenario y vuelve a su asiento.
Entre el director del programa y un cámara retiran el cuerpo del escenario. Las personas del público van abandonando sus localidades mientras la madre sigue tocando la flauta.
Un mes y medio después del accidentado debut de Toñito, el vídeo, “Monólogo sin palabras”, sigue recorriendo todos los canales de televisión (nacionales e internacionales).
Actualmente, Toñito, su madre adoptiva y la nieta del médico (que no tenía nada que ver con los otros dos), viven de las exclusivas.....