Podría
hacerle caso al anuncio y volver a casa por Navidad… pero el turrón no le
gustaba: ¿Debía hacerle caso a un spot que anunciaba un producto que no le
gustaba?
En
realidad, no recordaba haber probado nunca el turrón, ningún turrón, ni el del
anuncio ni otro diferente.
Pensándolo
bien, no recordaba haber visto nunca turrón en su casa… ¿A nadie de la familia
le gustaba?
Claro
que, bien mirado, tampoco recordaba haber probado el alfajor, el ajonjolí o la matalahúga,
y eso sí que era raro porque recordaba perfectamente tres frases que la bisabuela
repetía cada año cuando iban a su casa para celebrar la Nochebuena:
“Dale un
alfajor al niño, que está mu canijillo”
“He
cubierto con ajonjolí los polvorones para que no nos falte la alegría”
“Échale
dos o tres semillas de matalahúga en la leche, ya verás como así sí que le
gusta”
La
bisabuela decía muchas más frases… porque era sabia, pero Ricardo solo heredó
estas tres. Sin embargo, las gemelas – especialmente Lucía – habían heredado
mucha más sabiduría.
Ricardo
se estiró en la hierba mirando el cielo: “Bisabuelita,
¿debería volver a casa?” En ese momento apareció una nube, entonces recordó
un episodio de su infancia:
Cuando tenía seis o siete años, bajaba por las escaleras
de la mano de su bisabuela, se encontraron con una vecina que subía, la
bisabuela saludó: “Buenas tardes”, él
también saludó: “Buenas tardes”, la
vecina, sin ni siquiera saludar, dijo: “Doña
Ernestina, ¿ya se ha enterado usted de lo de la hija de los Álvarez?” La
bisabuela, casi sin mirar a la vecina, contestó: “Dale a una nube turrón y tendrás un nubarrón”.
Vaya…..
¿Qué tenía que ver ese recuerdo con su pregunta?... Quizás… no, no… o ¿sí?... ¿Dale
a Ricardo turrón y será un Ricarrón?... Claro queee… la nube era alargada…
¿Dale a Ricardo salchichón y será un Ricachón?... Por otro lado, la bisabuela
tenía mucho sentido del humor… pero también era sorda… ¿Había oído la pregunta?...
¿Y si en vez de un salchichón era un alfajor?...
Finalmente,
llegó a la conclusión de que lo importante de ese recuerdo era el turrón, o
sea, que era importante que lo probara y – tanto si le gustaba como si no – que
volviera a casa….. a probar otras cosas…
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