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viernes, 5 de noviembre de 2010

Quizás (C)

A las personas que sonríen y a las que les gustaría sonreír
Cierra durante unos minutos los ojos y olvídate de que vives en un mundo diseñado, en gran parte, por personas que no comparten tus inquietudes.
Cierra los ojos y olvídate, durante unos minutos, de tus obligaciones: las que te vienen impuestas y las que te impones tu mismo.
Cierra los ojos:
            no pienses en la pintura de la pared ni en el polvo que lo invade todo;
            no pienses en los informes que tienes que acabar;
            no pienses en la reunión de mañana;
            no pienses en la comunidad de vecinos.....
Cierra los ojos y no pienses en nada..... Deja que la imaginación te lleve a donde ella quiera, sin obligaciones, sin diseños predeterminados, sin prejuicios: ¡sin control!
Cierra los ojos y escúchame: quiero explicarte un cuento..... pero puedes dejar de escuchar cuando quieras: yo quiero explicarte un cuento, no quiero imponerte un cuento, ¿de acuerdo?
Debo confesar que detrás del hecho de explicarte un cuento hay un interés personal bastante egoísta: me gusta ver como se dibuja una sonrisa en tu rostro..... más allá de que me estés escuchando o no, me gusta ver como sonríes!

QUIZÁS
Quizás fue la ironía de la vida, es decir, la travesura de un dios aburrido.
Quizás fue la casualidad o, como diría Freud, la causalidad.
Quizás fue el destino, es decir, eso que vamos construyendo con nuestros actos diarios.
Quizás fue la necesidad..... ¡No! eso sería un mal rollo..... mejor pensar que fue el deseo.....
Quizás fue el deseo o, como diría yo, la búsqueda de experiencias que zarandean los sentimientos..... Algo se mueve..... algo que te hace levantar de la silla (o de la cama)..... algo que te hace caminar..... algo que después te hace correr (si quieres tener el trabajo al día)..... algo que te hace estar bien contigo mismo y, por tanto, con los otros.....
.....El caso es que se conocieron, quizás por alguno de los “quizás” anteriores o, quizás, por cualquier razón o acontecimiento fortuito que no analizaremos..... porque en realidad no tiene ninguna importancia saber si realmente había algún motivo para que se conocieran.
¡Se conocieron!
El dios responsable de la travesura sonrió y su pareja, la diosa de la racionalidad y las buenas maneras o, como él le decía en la intimidad, la chiquilla del aburrimiento y las buenas no-nada, lo miró con ojos pacientes (como corresponde a una diosa) y dijo con palabras amables (como corresponde a la racionalidad y las buenas maneras):
-       Supongo que el encuentro entre esos dos seres es cosa tuya ¿no?
Él, como cualquier niño travieso, dejó de sonreír (aunque por dentro reía) y bajó la cabeza. Ella, siempre desde la racionalidad y las buenas maneras, le sugirió que hablasen..... Y hablaron:
Diosa: Ya te hemos avisado muchas veces de la importancia de consultar tus decisiones con la Junta.
Dios: es que me cuesta mucho acostumbrarme, en el otro cielo cada uno tomaba sus propias decisiones.
Diosa: sí, y después tenían que bajar a vivir entre los seres humanos para deshacer los líos que se producían.
Dios: sí, pero eso no suponía ningún problema. Los dioses y las diosas que tenían que vivir entre los hombres se lo pasaban muy bien..... Algunos placeres terrenales son realmente..... bien, si no fuera un dios, diría que son realmente divinos.....
Diosa: ¿qué quieres decir con esa última frase?
Dios: pues, poca cosa que tú puedas entender.
Diosa: yo lo puedo entender todo: ¡soy una diosa!
Dios: ese es exactamente el problema..... eres una diosa..... ¿Puedes entender la frase humana que dice que la vida son dos días?
La diosa bajó la cabeza, cerró los ojos e intentó buscar una respuesta racional. Unos minutos después respondió:
-       Son muy pocos los humanos que sólo viven dos días.
Él la miró con ternura y sonrió sin maldad (al fin y al cabo era un dios). Ella se giró y marchó sin decir nada..... Él la vio marchar, dejando sobre la mesa la racionalidad y las buenas maneras. Eso le gustó al dios, la siguió y cogiéndola de la mano la llevó entre los seres humanos.
***** *****
Diosa: ¿Qué te parece si hacemos que se crucen las vidas de aquellas dos personas?
Dios: ¿quieres decir que será una buena idea?
Diosa: eso lo tendrán que decidir ellos..... nosotros sólo podemos darles una oportunidad, lo que hagan con ella es cosa suya..... No los podemos obligar a hacer lo que nosotros queremos, sino no seriamos dioses..... Más bien seríamos presidente de los EEUU.....
Dios: ¡toca madera!
Quizás fue la ironía de la vida, es decir, la travesura de una diosa que aprendió a no aburrirse y a no aburrir a los demás.
Se conocieron.....

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