“…..Y como le habían explicado que las buenas
oportunidades eran como las estrella fugaces – que brillan justo antes de
desaparecer – cuando intuyó que estaba a su lado, estiró el brazo y la atrapó
rápidamente….. Pero cuando abrió la mano y la miró, se dio cuenta de que la
oportunidad todavía no había madurado, así que la colocó junto a la ventana
para que le diera el sol y esperó un par de días.
“El lunes la oportunidad estaba verde y el miércoles
estaba podrida….. porque un gusano amarillo, gordo y peludo, había conseguido
perforar la capa protectora y mordisquear algunos trozos.
“Y colorín
colorado
este cuento se ha acabado.”
Niño: ¿Por
qué estaba verde la oportunidad?
Padre: Porque
la había cogido antes de tiempo.
Niño: ¿Y por
qué la puso al sol?
Padre: Porque
las semillas maduran con el sol.
Niño: ¿Las
oportunidades son semillas?
Padre: Bueno,
eso es una metáfora que utiliza el autor del cuento.
Niño: ¿Qué es
una metáfora?
Padre: Pues es
cuando utilizas una imagen….. bueno, una palabra que se corresponde con una
imagen, para definir una palabra….. no sé….. para representar el significado de
algo que…..
Niño: ¿El
gusano también es una metáfora?
Padre: Sí…..
también sería una metáfora.
Niño: Pues a
mí lo del gusano me parece más una prosopopeya, porque representa al cabrón de
turno que viene a joderte tu oportunidad….. Vaya, una prosopopeya de
personificación.
Padre: ¡¡Gonzalito!!
Niño: Mira,
papá, que tú lleves seis meses en el paro, no quiere decir que yo vuelva a
tener cuatro años….. Me parece muy bien que quieras compartir parte de tu
tiempo conmigo, pero ¿por qué en lugar de leerme un cuento no me ayudas a hacer
el trabajo de biología?
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