He
asistido a un espectáculo bastante extraño en un café de estilo antiguo con un
pequeño escenario. Poca luz, pero la suficiente para distinguir los movimientos
de la actriz (una tal Marga, sin apellidos) moviéndose por todo el café.
Primero
apareció en el escenario y dijo:
“Sí, soy una mujer camaleón. Pero no cambio de color para
esconderme o camuflarme….. cambio de color para adaptarme….. Me adapto al medio
y eso hace que pase desapercibida, ¡cierto!, pero eso es sólo una consecuencia…
el objetivo real es la adaptación….. No me escondo, la gente que me quiere ver
me ve y la que no me quiere ver no me ve….. aunque supongo que a veces notan mi
presencia….. para bien o para mal, la notan.”
Desaparece
durante unos minutos. Los clientes de la cafetería volvemos a nuestras
conversaciones. Vuelve a bajar la intensidad lumínica y la cabeza de Marga
aparece por encima de un pequeño biombo colocado delante de la escalera que
conduce a los lavabos:
“Sí, es cierto que miro desde detrás de la barrera…..
pero no es porque le tenga miedo al toro….. al que temo es al torero….. al “matador”…..
y a la afición, ¡claro!..... a la reacción inhumana del público que aplaude la
muerte….. ¿sin muerte no hay arte?”
Se apagan
las luces y cuando se vuelven a encender, biombo y mujer han desaparecido.
Vuelta a
la penumbra… Marga se desplaza por encima de la barra:
“Soy una mujer camaleón que mira desde detrás de la
barrera….. Es cierto que a veces me tengo que conformar con pequeñas
degustaciones y me veo obligada a renunciar a saborear la pieza entera..... y
reconozco que este hecho me entristece…..”
Marga
baja de la barra, camina despacio mirando el suelo, se para en el centro del
local….. las mesas la rodean….. su tristeza nos conmueve….. Levanta la cabeza,
respira hondo y vuelve a hablar:
“Lo repito: Soy una mujer camaleón que mira desde detrás
de la barrera….. Pero ni me escondo ni aplaudo la muerte….. sino que me adapto
y disfruto con el arte…..”
Se oye un
piano, todos miramos a nuestro alrededor incapaces de encontrar el origen de
esas notas….. simplemente flotan en el aire….. El cuerpo de Marga se mueve al
compás de la música….. Su baile la devuelve al escenario casi sin que nos demos
cuenta….. Envuelta en una luz anaranjada muy tenue, la mujer vuelve a hablar:
“Pues eso, no espero que me entendáis, porque siempre hay
algún listillo o listilla con una coletilla a punto, tipo: Quien la entienda
que la compre….. y no estoy en venta….. Pero siempre dejo que se acerquen a mí
los que me quieran conocer….. y sé que tienen mucho que ganar, porque como dijo
alguien: Quienes entiendan, respeten y compartan la vida con un camaleón,
disfrutarán de sus cambios y alcanzarán una vida carente de la vulgar rutina.”
La luz se
va extinguiendo y la mujer camaleón se va oscureciendo hasta desaparecer…..
Pero sé que está ahí….. noto su presencia…..
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