Etiquetas

martes, 22 de mayo de 2012

Monolito


¿Dos veces? Jaja!! Ríome yo de esta aproximación o redondeo…..
Al menos yo, soy capaz de tropezar 10, 12, 24, 100 e, incluso, 1000 veces con la misma piedra.
Tropiezo, me levanto, vuelvo a la línea de salida, visualizo la piedra, mientras avanzo por el camino pienso: “Esta vez no tropezaré con ella”….. ¡Tropiezo! y, mientras voy cayendo, sigo pensando: “Esta vez no tropezaré con ella”….. hasta que me doy de morros con el suelo…..
Y es que, la piedra en sí, tiene su encanto y, además, la sensación de ingravidez – de flotar más allá del razonamiento lógico – que me embarga durante la caída es muy agradable.
De repente la ingravidez desaparece y aterrizo, sin alerones, sobre una pista improvisada en el desierto…..
En ocasiones, por ejemplo ayer, cuando ya estoy en el suelo veo que de la piedra – que en principio es un ser inanimado, sin vida – sale una especie de puño que me golpea nuevamente…..
Lo curioso es que cada vez me levanto más rápido….. pero más jodido…..

Alguien del público grita: “¡Vaya mierda de monólogo! Tío, eso se lo tienes que explicar al psicólogo… o al psiquiatra, pero no a los que hemos pagado para reírnos un rato”.
El monologuista contesta: “Es que mi psiquiatra está entre el público….. de esta manera consigo que sea él quien pague por escucharme….. Vaya, que es una estrategia para recortar gastos y conseguir beneficios”.
Aplausos y risas previamente grabados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario