La mujer se quita el zapato y el calcetín, después
acerca el pie desnudo al escorpión:
Mujer: Vamos, ¿qué esperas
para picarme?
Escorpión: ¿Por qué quieres
que te pique?
Mujer: Creo que unos días de
fiebre alta, sudores y pérdida de conciencia, serán un buen castigo y me
ayudarán a olvidar.
Escorpión: ¿Qué has hecho
para merecer tal castigo?
Mujer: No lo sé.
Escorpión: ¿No sabes que
hiciste?
Mujer: No, pero tuvo que ser
algo muy malo.
Escorpión: ¿En qué te basas
para afirmar tal cosa?
Mujer: Cuando alguien que es
bondadoso, bonachón, campechano, divertido, buen amigo, agradecido, considerado
y solidario con todo el mundo, deja de compartir estas virtudes contigo... es
que has hecho algo malo, ¿no? y, por tanto, mereces un castigo.
Escorpión: Si es por eso no
te puedo picar.
Mujer: ¿Por qué?
Escorpión: Por que los escorpiones tenemos fama de mala gente y, por esta fama,
somos temidos y respetados..... Si pico a alguien que se lo merece estaré
demostrando que tengo un corazón amable, seré admirado y me perderán el
respeto.
El escorpión baja con cuidado del pie de la mujer:
Escorpión: Ahora, para ganarme el respeto de todos, buscaré al santurrón ese del que
me hablas y le picaré a él.
La mujer se levanta de un salto, grita: “¡No!”, y
pisa al escorpión con el pie desnudo.....
Mujer: Al final me has
picado.
Escorpión: No te he picado... me he defendido – y
con el último aliento añade – Además, con ese “¡No!”, has demostrado que
hay bondad en tu maldad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario